Dios derramó abundantemente su gracia sobre nosotros.
Nos la da gratuitamente.
Somos agraciados por el amor brotado de su corazón.
Ya somos salvados por el don generoso de su amor, que es perdón y gloria.
Cristo vendrá para acercarnos el don gratuito del Padre.
Él mismo llevará a plenitud el proyecto de Dios.
Él será nuestra Cabeza.
Nosotros quedaremos injertados en él, en su corriente de vida.
Con Cristo, seremos constituidos herederos de la misma glorificación.
La mujer que dio el “sí” a este proyecto de salvación está en el centro de la vida.
María se abre totalmente al Dios que nos salva.
Se entrega en cuerpo y espíritu a los designios de Dios.
María comienza en esta tierra el plan soñado desde la eternidad.http://www.mariologia.org/reflexionesmarianas1576002.htm
Nos la da gratuitamente.
Somos agraciados por el amor brotado de su corazón.
Ya somos salvados por el don generoso de su amor, que es perdón y gloria.
Cristo vendrá para acercarnos el don gratuito del Padre.
Él mismo llevará a plenitud el proyecto de Dios.
Él será nuestra Cabeza.
Nosotros quedaremos injertados en él, en su corriente de vida.
Con Cristo, seremos constituidos herederos de la misma glorificación.
La mujer que dio el “sí” a este proyecto de salvación está en el centro de la vida.
María se abre totalmente al Dios que nos salva.
Se entrega en cuerpo y espíritu a los designios de Dios.
María comienza en esta tierra el plan soñado desde la eternidad.http://www.mariologia.org/reflexionesmarianas1576002.htm
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